Nerja, como cualquier otro lugar de la costa malacitana irá experimentando en estos años un gran cambio motivado por el auge turístico que harán de este pueblo uno de los grandes destinos turísticos del mundo.
El cambio como no podía ser de otra manera, también beneficiará al pequeño comercio local que se irá poco a poco modernizando y dando a los forasteros lo que buscan, aunque no pederán su sabor añejo y característico que le hacía únicos.